Era cuando tu cigarrillo quemaba tus dedos sedientos, cuando la música cesaba y todo parecía normal, era cuando me decías al oído cuanto anhelabas, soñabas, gritabas...
Cuando algo pasivo se volvía agresivo.
Eramos pueriles, limítrofes, llenos de amor, odio, destinos deparados distintos...
Pero simplemente esa noche, justo esa noche, te habías parado de mi lado para emprender tu camino y abandonar al toque de campanas esta casa vacía-
nec - 2do ideario
Hace 5 semanas
1 vómito's colectivos:
la desolación del abandono es una herida muy ruidosa. ¿habrá que callarla o dejarla hablar?.
te extraño.
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